Anorgasmia femenina
La anorgasmia femenina es una de las problemáticas sexuales que más frecuentemente afecta a las mujeres. Según varios estudios, entre un 16 y 30% de ellas la ha experimentado en algún momento de sus vidas. A través de esta entrada queremos mostraros qué hay detrás de este concepto.
¿Qué es la anorgasmia?
Comúnmente, la anorgasmia se define como la ausencia de orgasmo tras una fase de deseo y excitación previa (y a pesar de la existencia de una estimulación óptima para ello). Además, el problema debe persistir durante un mínimo de 6 meses para ser considerado un “trastorno sexual”. Alrededor del 95% de los casos tiene origen psicológico, aunque siempre es recomendable descartar previamente las causas biológicas.
Cuando hablamos del orgasmo, o la falta de éste, a menudo lo asociamos al coito. Sin embargo, tanto la anorgasmia como cualquier otra dificultad sexual no tiene por qué referirse únicamente a los encuentros sexuales mantenidos en pareja, sino que puede manifestarse también durante la auto-masturbación.
Por otra parte, pueden darse varios supuestos: que la mujer nunca haya experimentado un orgasmo, que la dificultad para alcanzarlo haya aparecido a partir de un momento específico (como una experiencia desagradable) o que se limite a un contexto concreto (por ejemplo, la pareja actual).
¿Es grave la ausencia de orgasmos?
Tener dificultades puntuales para alcanzar el orgasmo es algo totalmente normal, y tan frecuente que nos ha pasado a todas en algún momento de nuestra vida. En estos casos, la ausencia de orgasmo suele deberse a causas circunstanciales y que no perduran en el tiempo: una molestia o dolor ocasional, alguna preocupación que ronda nuestra cabeza, etc. Se convierte en un problema cuando se perpetua en el tiempo e interfiere de manera negativa en cómo vivimos nuestra sexualidad, en nuestro bienestar, en la relación de pareja, etc.
Causas de la anorgasmia femenina
La anorgasmia puede iniciarse por diferentes razones, de hecho, su origen suele ser multifactorial. Como ya hemos mencionado, las causas biológicas apenas resultan relevantes en esta problemática al poder explicar únicamente el 5% de los casos. En las demás situaciones, las variables que influyen en el origen y el mantenimiento de las dificultades para alcanzar el orgasmo son psico-sociales.
Algunos de estos factores tienen que ver con la influencia del contexto en el que crecemos, por ejemplo: la educación sexual que recibimos (o la falta de ésta), las creencias religiosas, los estereotipos, los roles de género impuestos y los modelos a seguir que se nos presentan a través de los medios, las redes sociales o la pornografía (y que favorecen la aparición de expectativas poco realistas). Son variables que se relacionan además directamente con otro tipo de factores, llamados popularmente psicológicos, entre los cuales se encuentra: un concepto negativo de nosotras mismas, desconocimiento de nuestro propio cuerpo, sentimientos de culpa o vergüenza, experiencias anteriores poco satisfactorias o incluso traumáticas, problemas en el ámbito sentimental o en otras áreas de nuestra vida y que pueden desembocar en ansiedad o bajo estado de ánimo, etc.
Las causas comentadas anteriormente son las que más frecuentemente nos encontramos en terapia, sin embargo, consideramos importante enfatizar la necesidad de realizar un análisis pormenorizado de cada caso, para discriminar cuáles de ellas podrían estar mediando en la aparición y mantenimiento del problema, así como si existen otras que hasta ahora no se han tenido en cuenta.
Tratamiento de la anorgasmia femenina
La intervención se centrará en abordar los distintos elementos identificados durante la evaluación como los causantes del problema y que además propician que éste se mantenga. Dependiendo de las dificultades detectadas podrán trabajarse los siguientes aspectos:
- Aportar información específica sobre el cuerpo femenino y su funcionamiento, algo imprescindible para que cada mujer pueda descubrir cuál es su manera de disfrutar su sexualidad y, en el caso de que tenga una pareja sentimental, sepa transmitírselo.
- Normalizar ciertas prácticas sexuales tradicionalmente mal vistas por la sociedad.
- Desmitificar los roles de género que se nos imponen desde pequeñas o desmentir los estereotipos que por nuestra historia de aprendizaje asumimos como correctos.
- Explicar alternativas igualmente válidas para disfrutar plenamente de nuestra vida sexual, sin la imposición de alcanzar el orgasmo o de tener que lograrlo a través de la penetración.
- Modificar el concepto que tenemos sobre nosotras mismas, así como creencias negativas sobre el sexo responsables de fomentar sentimientos como la culpa o la vergüenza.
- Poner en marcha técnicas de solución de problemas que nos estén afectando a nivel sexual. Además, dotaríamos a la mujer de técnicas de relajación para que pueda disfrutar de sus prácticas sexuales encontrándose en un estado óptimo para ello. Estar tensa, preocupada o pensar en otras cosas disminuye nuestro deseo, no es compatible con el mantenimiento de la excitación y, por tanto, dificulta que alcancemos el orgasmo.
- Finalmente, en el supuesto de que la causa de la anorgasmia resida en un evento negativo, se le dotaría de las estrategias pertinentes para que supere aquel hecho traumático y vuelva a percibir el sexo como una experiencia placentera.
No queremos finalizar este recorrido por la anorgasmia femenina sin hacer hincapié en que la sexualidad es algo íntimo, privado y que cada uno la vive y disfruta a su manera, siendo todas ellas igual de válidas.
Si estas atravesando por un momento complicado que te impide disfrutar de tu vida sexual, ya sea en solitario o con tu pareja, no dudes en buscar ayuda especializada: en terapia aprenderás técnicas eficaces que te permitirán gestionar tus dificultades con éxito.
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